Y yo, que fui, a mi pesar, poeta
Maldito poeta de amores
Desgraciados
Prisionero de primaveras imposibles
Y aprendí a ocultarme
y entonces
cavé hondo, muy hondo
para hacerme invisible
para hacerme inaudible
y seguir contando días
Pero apareces y me implicas
y desapareces y me olvidas
No poseo la piedra rosseta
que defina el jeroglífico
que supone tu esencia,
tu razón, esa solución
que me permita descifrar
lo que esperas
y entre tanto escribo
aplacando el deseo
que me lleva a tu boca
que me atrapa en tu cuerpo
Y espero noticias
cavé hondo, muy hondo
para hacerme invisible
para hacerme inaudible
y seguir contando días
Pero apareces y me implicas
y desapareces y me olvidas
No poseo la piedra rosseta
que defina el jeroglífico
que supone tu esencia,
tu razón, esa solución
que me permita descifrar
lo que esperas
y entre tanto escribo
aplacando el deseo
que me lleva a tu boca
que me atrapa en tu cuerpo
Y espero noticias
Y desespero silencios
Para componer nostalgias
Y descifrar laberintos que
Deshagan la muralla
Que me separa
De tu encuentro
Y ya no se tu nombre
Olvidé tu aspecto
Porque de esperarte
Tanto
He vuelto a dormir
Las ganas de sentir
El viento que derrama
Tu sonrisa en mi recuerdo