Fractales

Somos reflejos de realidades más grandes
más complejas
más etéreas
innombrables realidades que confluyen
en este instante en que escribo
y te describo
como parte y todo a un tiempo
de este tiempo que desoye
la voz de una luna solitaria
que crece para llena
mientras se esconde nueva
cada mes

Lo malo de enamorase
de una sirena es que
al final, volverá al mar
y por más que yo sea
marinero de naufragios
o
pescador de palabras,
me detendré a esperar
que el mar devuelva
tu figura a la playa que habito
en estas noches de ausencia

Y has vuelto con sonrisas
y con lágrimas, con ternura
y sin promesas
hemos cerrado el círculo
y hemos de bailar la aurora
para forjar el vínculo
que selle la esperanza
de que toda esta lluvia
no borrará el rastro
que conduce al lugar
donde los sueños
no tienen fecha de caducidad

Pequeños pedazos,
pequeños todos impacientes
acumulándose en realidades
paralelas
Entre el desengaño y la sonrisa
germina la razón de estos versos
de estas palabras construidas
en el borde de tus labios
mientras rompían la barrera
que desarmaba a los míos


Salvación

En las sutiles alas de
moscas aburridas se distraen
los haces difusos de la luz
que emana del televisor
sin sonido.
Inquieres a las moscas
que hacer ahora
cuando todo se ha convertido
en fracaso
cuando comprendes que ya no
que ha sonado la campana
y se acabado el tiempo.

Ya no quedan amaneceres
donde buscar futuros
tan solo hay luna
mentirosa, burlándose
de tu tristeza
Cubriendo de risa
las lágrimas que brotan
en alivio de tu desdicha
como un inútil río
que desborda la razón
de cuanto escribes

En tanto las moscas
se proveen de tus sobras
y acuden prestas
a molestar tu silencio
la meditación que conduces
hacia lugares donde nunca
volverás
incomodando tu angustia
para devolverte a un presente
donde no te gusta estar

Y desde esas moscas
entiendes que nada
es tan terrible
nada es tan cierto
que su vuelo envidias
y que ese es el sentido
de la vida revelado
que en su fugacidad
machadiana
y son cada instante sorprendido
y son cada momento evocado
y son el tiempo que eterno
acompañará tu recuerdo
y forjará una sonrisa
cuando entiendas
que eres eterno
a pesar de que a veces
creas que estás muerto



A menudo

A menudo  me siento vencido,
es verdad, a menudo escribo
pero no es casual, está en mi esencia
He anclado mis raíces
he desplegado mis ramas
y endurecido mi tronco
Pero
¿Quién entiende a un árbol?
¿Quién pregunta si puede usar
su sombra?
¿tomar sus frutos?
¿Pisar las hojas marchitas?
A menudo soy árbol
y simplemente estoy dispuesto
inmóvil, perenne o caduco
Estoy cuando me necesitas
Estoy cuando te acuerdas
Y no pienses que espero por ti
tan solo estoy, tan solo soy
A menudo

A menudo  me siento herido
no es cierto, son rasguños
intensos, breves
cicatrices de amor, que tatúan
instantes efímeros de tanta
eternidad
pero el tiempo se encarga
de cubrirlos de realidad
y ausencia
Ya no camino, mi semilla
ha arraigado en esta estancia
y me quedaré
viviendo o soñando
con nuevas primaveras
muriendo o callando 
el dolor de cada otoño
reuniendo cicatrices y esperanzas
en mi corteza crecida de años
y guardando en mi interior
los anillos de vida
la razón para seguir creciendo
para seguir amando
el amanecer de una sonrisa
el rubor tenue de las mejillas
el dulce sabor de tu gastada piel
sobre mis labios
 
 

Diciembre

Engaña este sol de mediodía
Hace frío afuera
Y adentro hace frio
Mis manos de nuevo
Ociosas, se vuelven viejas
Y apuran versos buscando
Las respuestas que no
Llegaron
Marchitan las flores
Que nunca te envié
Se apilan las palabras
Sin orden ni concierto
En humo de pajas
Que no calienta
Que se consume
Que se proyecta
En la escarcha
De mis ojos vencidos
De mis huesos mojados
De lágrimas que nunca
Aprendieron a volar
Y llevarse lejos
La pena y los silencios
Otra vez vestirme
De payaso y sonreír
Y caminar las calles
Envueltas de ausencia
Sentarme en las plazas
Y oír el rumor del agua
Gritando tu nombre
Oculto en mi alma