Quizá en tiempo antaño
busqué el coro
intenté la polifonía, la voz ajena
renunciando al ego
variando el foco
para cambiar la escena
y despistar las miradas
que se centraban en mis miserias
Tal vez me equivocaba
y no hace falta el coro
ni cambiar la luz de mis palabras
que se entienden
que se camuflan de sentimientos
y se enganchan en tus emociones
mientras me lees
para saber que camino
conducen hoy mis zapatos
cansados
Ahora las ménades
caminan airosas conduciendo
mi deseo infinito
mi borrachera nocturna
y me despojan de razón
y esperanza
y gritan y confluyen
sobre mi
para expulsarme
de mi propio verso
y complicar el verbo
para saciar tu curiosidad
y soy dos veces vivo
como Dioniso
muerto en dios y en hombre
vivo en hombre y dios
eterno en estos versos
y mortal porque
en el fondo
no es más que tiempo
lo que acaba por desmontar
nuestra esperanza
Y llega el coro de nuevo
y me soslayan
y me bendicen
y me destruyen
y me ignoran
y son yo y no lo son
porque no espero
y no recuerdo
haberte invitado
a opinar sobre mis versos
mientras sonríes sabiendo
que
una palabra tuya
bastará para sanarme
busqué el coro
intenté la polifonía, la voz ajena
renunciando al ego
variando el foco
para cambiar la escena
y despistar las miradas
que se centraban en mis miserias
Tal vez me equivocaba
y no hace falta el coro
ni cambiar la luz de mis palabras
que se entienden
que se camuflan de sentimientos
y se enganchan en tus emociones
mientras me lees
para saber que camino
conducen hoy mis zapatos
cansados
Ahora las ménades
caminan airosas conduciendo
mi deseo infinito
mi borrachera nocturna
y me despojan de razón
y esperanza
y gritan y confluyen
sobre mi
para expulsarme
de mi propio verso
y complicar el verbo
para saciar tu curiosidad
y soy dos veces vivo
como Dioniso
muerto en dios y en hombre
vivo en hombre y dios
eterno en estos versos
y mortal porque
en el fondo
no es más que tiempo
lo que acaba por desmontar
nuestra esperanza
Y llega el coro de nuevo
y me soslayan
y me bendicen
y me destruyen
y me ignoran
y son yo y no lo son
porque no espero
y no recuerdo
haberte invitado
a opinar sobre mis versos
mientras sonríes sabiendo
que
una palabra tuya
bastará para sanarme