El final era esto
cada cual, cada suyo
sin perdón
retornas a donde siempre estuviste
y yo soy el malo
siempre es otro
en este caso yo
no importa
lo he pasado bien
mereció la pena
despeñarme en tu abismo
de verdades y esperanzas
de un amor que nunca supe
de una razón desconocida
Soy el infierno
nunca te mentí en eso
ajo y sal
cerveza caliente
y sexo a veces
soy el diablo y el mago
y sabes de que que hablo
llegué con demasiados demonios
a bordo
y siempre estaba nublado
pero te abracé al sol
lo recuerdo
sonreías y me esperabas
pero nunca llegué
me perdí, como siempre
entre los fantasmas
que recorren mis venas
y arterias, acechando un corazón
que nunca se muestra
en el miedo de lágrimas
que mojen tu cuerpo bendecido
tu alma pura
Yo también he visto cosas
que no creerías
pero ya no importa
otros habrán de sentir
la madurez de tus duraznos
mientras las semilla se multiplica
y dirige el norte eterno
la polar estrella
otros sufrirán el calor
de tu vientre infinito
y beberán la ambrosía
que desciende entre tus muslos
cuando ardes
cuando vibras
en esa perfecta sinfonía
que conmueve el origen
de todos los universo
Este es el último homenaje
es la razón del colibrí
ínfimo, mutable, omnipresente
un poco para todo
mientras yo
y mi blasfema boca
recojo mis ruinas
y parto a nuevos destinos