HOMENAJE







Aquel día quemé mis alas de papel
Para yacer herido en la penumbra
Fracaso repetido, inerte voluntad
Nube negra de razones confusas


Aquel día vagué por infiernos ausentes
Presté mi voz y mi sonrisa a la muerte
Para olvidar el camino a mi morada
Y dormir bajo estrellas negras sin esperanza


Y un ángel descendió al infierno para
Jurarme con palabras calladas, que el tiempo
No era de muerte y que aún sin alas


Volvería a volar, que, como Ariadna,
Había un hilo invisible para salir
del turbio laberinto de mi ánimo

AHORA









Ahora que se que comprendí el mar en tu vientre

Salvaje mar como tus ganas infinitas y urgentes

Tranquilo mar de sueños y caricias adolescentes

Como ese mar que puebla mi memoria y genes



Ahora que se que hice cumbre en tus pezones

Duros como arrecifes, dulces como fresones

Que de tu boca amable cenaba cada íntima noche

Mientras tus pechos abrigaban todas las razones



Ahora que se que alcancé el nirvana en tu sexo

Tan húmedo de vida, caliente como un expreso

Que Taza tras taza sublimas de paciencia y deseo

Calmabas mi angustia de amante imperfecto



Ahora que se que no te irás nunca de mi historia

Atesoro cada instante en un lugar sin memoria

Para no olvidar que algún día volverá la gloria

De sentirme dentro de tu presencia gozosa

Mariposa

A pesar de todo
he entendido que mis manos torpes
no deben tocar tus alas de mariposa
porque 

       ya 
             no 
                 volverías a volar

Te veo por la ventana, libre y dichosa
emprender vuelo
y acepto contento mi rol de observador

Pequeña mariposa, gracias
por ser la alegría de estos tiempos
que asoman al ocaso

Pequeña mariposa, gracias
por mostrarme la locura
que no disfruté antes

Ojala encuentres la flor que buscas
y encienda de nuevo la luz de tu boca