Soneto D.C.


Me cobijo en este refugio de versos
del aguacero infinito de tu ausencia
tejiendo las palabras como un techo
que te resguarde de mi vehemencia

Llegaré tarde y torpe, sin derecho
a ser quien soy , traigo impaciencia
que el tiempo se acaba y pretendo
culminar asuntos y desavenencias

Intento olvidar tu nombre y tu sonrisa
y he perdido la agenda de los días
que buscamos el sol de medianoche

Sin embargo tengo toda la memoria
de la luz de tu mirada y las palabras
que llenaban mi corazón de alegria




Mecánica cuántica



Ser y no ser
Esa era la respuesta
y no supe verlo

Somos onda y partícula
tu me entiendes, alma y cuerpo,
era imposible saber
  y
                  me
                         empeñé
                                    en preguntarte,
en buscar razón
o quizá consuelo.
En abrir la caja,
la maldita caja
y maté al gato
o ya estaba muerto
¿quién lo sabe?

Ser y no ser,
de nuevo una caja cerrada
que contiene
una probabilidad
tan solo eso
Sólo un cincuenta por ciento
pero esta vez pasaré
viviré en la posibilidad
de que un día retornes
o que este silencio
se haga norma
se haga ausencia

Ser y no ser
un día me dijiste
que la realidad era cuántica
y no entendí que
hablabas de ti
y, quizá, de mi.
Ahora no se si esperar
un brillo
o un destello
incluso no se si debo esperar
pero no es duda
Es que ahora entiendo
que todo es tan real
como estos versos
que quizá
no esté escribiendo

Buenas noches, preciosa

Buenas noches, preciosa

Bajo esta luna sin filo ni respuestas
he tomado algunas decisiones;
me volveré silencio para que respires calma,
me esconderé en mis rutinas
para no estremecer tu recuerdo,
Y prenderé fuego a la vieja casa
Para que no encuentres el sendero roto
a la vieja alcoba donde borracho te soñaba
aquellas locas noches
cuando aun te esperaba

y he derribado las vallas y las espinas,
y he descalzado mis pies de huidas,
y he roto la oxidada cerradura,
y he sanado mi corazón envenenado de tristeza

Buenas noches, preciosa

Sabes...?

En estos versos cabalgan
por última vez recuerdos
hermosos y salvajes,
   y, no dudes,
              siempre
                      tu memoria
enriquece mi historia y mi persona
Que no esperen rencor o rechazo
sólo queda lo bueno
el sol infinito de tu sonrisa
el salado placer de tu piel
la dulce ternura de tus besos
el felino ardor de tu sexo
la adorable locura de tu juventud eterna

Buenas noches, preciosa

Ahora que he aprendido que
Todas estas palabras alimentan
al unicornio que desde su caja
llena de estrellas
cuida un viejo corazón
que un día creyó ser joven,
          procuro
                            convertir
ausencias en versos
y evitar así morir de silencio

Buenas noches, preciosa