Veinte y dos

Esperas
Sabes que llegaré tarde
te he acostumbrado a ello
pero llegaré
de alguna manera estaré
y sonreirás
Produciendo esa luz que me deslumbra
y me serena

No me lo perdería, por nada del mundo
lo sabes, quiero estar, aunque no pueda
aunque siempre será tarde
para recobrar lo perdido
pronto para saber que será
eres la flor de mi desierto
la luz en mis noches fracasadas
la guía de mi rumbo errático

Princesa guerrera
he aprendido a escucharte
a leerte, a esperar
tu perdón
que no merezco, por cuanto
soy culpable de cuanto me acuses
Y sabes que tu voz es mi música
y tu alegría mi vida
por más que ajeno
te vea de lejos
te escuche distante
pero te miro y te sigo
y te busco y te encuentro

Largo tiempo desde aquel momento
que asomaste al mundo
y rompiste el misterio
que escondía un vientre fecundo
estaba allí sin entenderlo
que era para siempre
que por más que huya
siempre volveré para preguntarte
el por qué de una lágrima
la razón de un suspiro
y explicarte, mi niña, que
la vida empuja
sin razón, sin sentimiento
pero esta noche
todo vuelve a empezar
mientras escribo estos versos
que intentan explicarte
las razones que empujan
mi viejo corazón
hacia tu recuerdo

No, nunca, entiéndelo de una vez

Si has dudado, es normal
Somos humanos , contradictorios
Aprendices de miedos y mentiras
Ignoramos tantas cosas de
Nosotros mismos que 
Es natural el escepticismo
Pero después de la duda
Llega la elección
Y no hay opciones
La víctima no tiene la culpa
NUNCA
Te acuerdas?
De niño te dijeron siempre
Que el hábito no hace al monje
Y esa es la única regla
La culpa del crimen
La tiene el criminal
Sospecho que en el fondo
Es que notas como el suelo
Que pisas se mueve
Estás asustado
Estás asustada
porque todo está cambiando
deprisa, te parece
pero te diría que ya es tarde
para mucha gente
que yace en las cunetas
de olvido imperdonable
por luchar en trincheras
luchar por ti y por mi
y por todos
sin esperar nada a cambio
Y aunque levanten
monumentos y porten flores
sus tumbas solo jalonan
el tremendo error
de nuestro pasado

Me declaro culpable
De insistir en vano
De juicios sumarios
Sin argumentos
fiscal de sentencias inculpatorias
Sin base racional
Y si,
Yo también he violado
Tu sagrado espacio personal que 
te pertenecía
y como a tí, a otros y otras
Y ya no vale pedir perdón 
Lo sé, pero lo hago
En el inútil ejercicio 
De restañar heridas
Que ya son cicatrices

Mira la calle
mira las plazas
es el tiempo del futuro
No van a irse ya nunca
no van a callarse
y en su voz están las respuestas
que siempre habías buscado
Escúchalas
Han venido para quedarse
Y ahora ya lo saben


Quizá buscabas

Quizá buscabas un hombre
Alguien quizá donde refugiar
la soledad que te seguía los pasos
y las noches demoradas de sueños
pero me encontraste a mi
y solo soy un poeta
lleno de soledades y dudas
quizá fue mi alma de niño
sorprendido ante la realidad
que nos confunde y nos reduce
tal vez la sonrisa que defiende
la tristeza de mi fracasada alma
y te quedaste
sólo un poco, pero lo suficiente
para que creyera de nuevo

Quizá buscabas tan solo sexo
y te di amor, un mar  inmarcesible
Maldita sea!
siempre yerro en las ocasiones
que asoman las noches interminables
enredándome en locuras irredentas
que me conducen al silencio
de estas líneas entintadas
que me ayudan a soltar el lastre
de los días de vino y rosas
cuando no veía el abismo
de tu partida anunciada

Quizá solo buscabas algo
innombrado, un paso secreto
afuera o adentro
como todos buscamos
y aun no sé que encontraste
que te hizo detener tu huida
y abrazar mi sonrisa
para luego salir corriendo
como siempre había esperado
desde el primer momento
Era fácil, esperar, callar, disimular
que no importaba tu silencio
tu ausencia de días
tu rencor ajeno

Quizá buscabas tiempo
y agoté la ocasión
emborrachando las palabras
reduciendo el sueño
a una lucha de orgullos
a desconocer tus miedos
y odiar tu razón, entiendo que
desesperé tu llamada
sin entender que mis días
habían muerto

Quizá buscabas promesas
pero ya no importa
quizá no entendiste
que un poeta solo enhebra versos
cuando el corazón está sintiendo
que el azar es una maldición
porque surge de una necesidad
de una ignota razón
que nos empuja a aceptar
los hechos
pero siempre es a posteriori
porque nadie ya nadie busca
y ahora entiendo, al fin
que tendiste la trampa
como una araña
y fui una mosca infantil
que estaba muerta
antes de caer en tu hermosa tela

Pero no importa
ni tus mentiras, ni tus miedos
ni tu sonrisa, ni tu deseo
no importa la razón de este suceso
porque fui feliz de cualquier modo
entre tu cuerpo
buscabas un hombre
y soy un niño asustado
sorprendido de saber
que aun hay tiempo