Ramson

Nadie vendrá esta noche
no hay rescate
no vales nada más
que lo que eres
Nadie te espera, nadie sueña contigo
no seas inocente, no hay esperanza
ya no quedan héroes
y esta noche no vendrán
por ti
Así que apura el trago
de melancolía y sal a vivir
a sentir el viento de cara
a tomar la noche
y que sea lo que tu dios te depare

Arrincona los temores
asume el riesgo
deja que tu piel se acostumbre
al tacto de la aventura
deja que tus ojos dibujen
alegría, una luz que destruya
las polillas de tus miedos
burla la rabia de tu impotencia
rompe la brújula magnetizada
que siempre señala tu rumbo
impreciso, ausente, coordinado
Urde trampas para cazar
las mentiras que te han condicionado

Nadie vendrá esta noche
No lo necesitas
Ya no quedan piratas
sedientos de tu inocencia
Ya no hay naves que incendiar
ni puentes que destruir
ya no eres más que futuro
incierto pero capaz
desnúdate de prudencia
límpiate de ausencias
suma lo bueno y resta lo malo
verás que es positivo
siempre lo es
no importa que estés sólo
ser tan solo es eso
avanza en tu soledad
para aceptarte y
en esa dulce rendición
aprenderás que eres
cuanto necesitas

Nadie vendrá esta noche
pero si viene
espera un rescate
espera una aventura
espera un razón
para que alguien
se atreva a venir
esta noche

Llega San Juan

Y necesitas escribir
apurar tragos de corazón envuelto en palabras
para continuar viviendo
relato de los días que se suceden
como cromos de un álbum que nunca terminarás
líneas de un diario infinito
absurdo, mágico, en tanto nunca sabes
lo que te depara una noche, una llamada, una esquina
lleno en cualquier caso
de pequeños vórtices que sorprenden
tu infantil mirada

Y necesitas amar
a cualquier precio
oculto en esa trinchera que defiende
tu esperanza, que oculta tus temores
y esquiva la lasciva munición
de toda esa muchedumbre que
ansía tu derrota, la gente gris que espera
que te sumes a su culto inane, su razón ciega
su estirpe de perdedores
Y vuelcas versos y nombres
apilados en una barricada de deseo
llamando a la lucha incesante
para recobrar la locura de vivir
el cuerpo de sueños que abrieron
tu alma mortal pero no efímera
repleta de aquella alegría sana
que no reparaba en regalar

sonrisas, caricias, vida

Y necesitas vivir
invocando lares, espíritus amables
que convoquen el hogar que añoras
lo llamas familia, lo llamas amigo
no importa el nombre
no hay límite para la felicidad
no hay censura para el cielo
sólo canciones que reunan
las personas en la hoguera
en el fuego primitivo
en una noche primigenia
en la magia de los cuerpos

Arda pues la noche
llegan las llamas
llegan las promesas
que nunca cumplirás
pero
no importa
si al hacerlas, en ese instante crees,
es bastante,
Cuántico momento para ser o no ser
no te ata la promesa
te ata la esperanza

Te espero
Y no importa que no llegues

Heartbreak hotel

Inventaré tu nombre , para que seas eterna
Te llamaré Layla, Suzanne, Yolanda
pero no, inventaré tu nombre
Pilar, Lucía, Amanda
Será secreto aunque nunca te encuentre
Al cabo un nombre es un momento
Y tú siempre serás recuerdo
Sin embargo inventaré también recuerdos
Que rellenen todo el silencio 
Que te regaló mi ausencia
Te haré canción para que el tiempo 
Haga tu figura ejemplo
De todo el amor contenido
En tus añorados besos
demorados en una habitación de hotel
a la sombra de los pilares de la tierra

Sabes que hablo de ti
mientras sonries, escondiendo en pudor
la alegría de sentirte deseada
una vez más, por siempre
reiniciado el tiempo de buscarte
ya no habrá tregua ni esperanza
lo se , lo sabes
y no importa
la ventana se abrirá en cualquier momento
y romperá de nuevo la luz
de un amanecer de despedidas
dos mares,
dos tierras,
un hilo que ata dos almas
en una canción que nunca termina