Mueren los pájaros

Solo son estadísticas que dicen
El conteo neutral de existencias
Sin embargo la tragedia ahonda
El silencio de las mañanas blancas

Ya no te esperan en las terrazas
No pelean las migajas con otras
Aves, los basureros inocentes
Gorriones que echo tanto en falta

Acude el recuerdo en dolor
De aquellas infinitas bandadas
Que saludaban las madrugadas

El ruido de vida que complacía
El vermut que curaba la resaca
De aquellas noches sin esperanza

Ángel en el crepúsculo

Si, yo también odio los títulos
Prefiero escribir sin premisas
Convocando súbito al artista
Para que supere su ridículo 

Mas hoy he sido adolescente
Al mirar tu sonrisa y tu bravura 
Y descender lúdico a tu cintura 
Con temor de descubrir tu vientre

Viejo asido a los ardientes clavos
Hombre al cabo de tanta tristeza
Macho impaciente ante la hembra

Y supe que en tu boca se redimen
todas aquellas alcobas solitarias
inventando tus manos gentiles


Soy

Soy un corazón que habita otoños
soy la esperanza de tanto invierno
soy el vórtice de tantos lamentos
soy la razón mis propios fracasos

Ando esperando de tanto miedo
que desplieguen mis alas quemadas
para iniciar el postergado vuelo
que conduzca mi voluntad marchita

Armo en versos la súplica eterna
Para entender tus largos silencios 
Mientras colapsa la luz de estrellas

Y sonrío al comprender exhausto
Que nada será si no lo comienzo
Que tan sólo vendrás si te espero