No quiero que se calle tu voz
a mi
no me gusta
a mi
no me gusta
detesto el silencio
quiero oírte, sentirte
en la distancia que dibuja
en mi memoria
la ausencia de tu piel
Que tu voz me toque inmortal
uniendo el sentimiento
al presentimiento
de qué volveré a tocarte
que alumbrarás con tu risa
la sombra de esta noche
las cenizas que desnudan
mi solitario tálamo
mi imprevisible tristeza
No quiero que tu voz
desaparezca
inaudible en
esta tormenta de silencio
que acosa mi rutina
que acoge mi soledad
antes defendida, antes prioritaria
ahora inútil
ahora vana gloria de lobo
que vaga en un bosque
buscando hogar
para sus huesos mojados
para su piel marchita
aullando a lunas
que nunca fueron tan ciertas
como la voz que emana
de tu cuerpo deseado
Y siempre oirte
en esa distancia calculada
que imprime celo y deseo
que acelera mi corazón
cuando camino
a tu encuentro
las cenizas que desnudan
mi solitario tálamo
mi imprevisible tristeza
No quiero que tu voz
desaparezca
inaudible en
esta tormenta de silencio
que acosa mi rutina
que acoge mi soledad
antes defendida, antes prioritaria
ahora inútil
ahora vana gloria de lobo
que vaga en un bosque
buscando hogar
para sus huesos mojados
para su piel marchita
aullando a lunas
que nunca fueron tan ciertas
como la voz que emana
de tu cuerpo deseado
Y siempre oirte
en esa distancia calculada
que imprime celo y deseo
que acelera mi corazón
cuando camino
a tu encuentro