Tiempos modernos

Ahora
En estos días sombrios
los dioses se han vuelto salvajes y esperan ansiosos
los cuerpos para el sacrificio diario.
Ya no hay tiempo para la inocencia, los cronistas de culo santo
sacerdotes de una nueva religión despiadada
alimentan la avaricia de los telespectadores hambrientos de víctimas.

No hay esperanza
Atrapados en un infierno de autodestrucción
deforman sus cuerpos y sus mentes
para adaptarse a las nuevas reglas
efimera belleza de cirugía
y la lenta lobotomización de sus cerebros.

Mientras los veo caer
intento no pensar que estas palabras
carecen de sentido y valor en su existencia
y que por más que grite
estoy sólo
Que soy yo el extravagante
solitario profeta de un fin
que ya ha llegado

Tunez, Egipto, Libia, no es lo mismo

Ciertamente los acontecimientos se suceden con una rapidez asombrosa, este año 2011 ha empezado haciendo tambalearse los pilares de las doctrinas que condujeron al mundo durante las décadas anteriores. Tal vez consecuencia del cambio de régimen de las potencias dominantes, consecuencia de la extensión de internet en la sociedad, facilitando el acceso a la información y al conocimiento de los hechos de una forma inmediata a su aparición, lo cierto es que la sociedad está cambiando a un ritmo vertiginoso y cada vez las personas se implican más en la política y en la sociedad, provocando el cambio de ésta hacia estructuras más flexibles, participativas y, como consecuencia, democráticas.

Las dictaduras del norte de África han sido las primeras en notar, y de qué forma, este fenómeno. Así hemos asistido a la caida de Ben Alí en Tunez y de Hosni Mubarak en Egipto y ahora nos asomamos cada día a los medios de comunicación buscando ávidamente noticias de Libia. Pero es necesario establecer una diferencia clara entre estos hechos. Por un lado en Tunez y Egipto, los ciudadanos manifestaron su disconformidad con los dictadores y a  través de manifestaciones pacíficas consiguieron derrocarlos, a pesar de la represión y del intento vano de los dictadores de acallar sus voces, la presión de los ciudadanos consiguió, de forma no violenta, expulsarlos de sus sillones. Ahora bien, creo que en Libia la situación es diferente, primero por la propia composición de la sociedad libia, un conglomerado de tribusy etnias unidas hasta ahora por Gaddafi y segundo por la combatividad de los libios que han sido, dentro del pueblo árabe, los que más soldados voluntarios han producido.

Ahora hemos metido la mano en el avispero, espero que quienes han decidido echar una mano a los combatientes libios tengan un plan a lago plazo para llevar por buen camino la revolución libia y que no coloque en el poder a unos exaltados como ocurrió en Afganistan ( recordemos que los talibanes fueron ayudados por los EEUU) o  lleve a Libia a un estado irremediable de guerra civil ( Somalia ). Confiemos ( si es posible) en que los dirigentes de los estados implicados en esta aventura sepan conducir la situación hacia un cambio de regimen que provoque una estabilidad a largo plazo.

NO A LA GUERRA

 Y ahora se unen para protestar. Es fascinante como un dictador sanguinario y loco puede unir en torno a su figura a la Derecha más reaccionaria y a la izquierda trasnochada y visionaria. La derecha pide la no injerencia en otro pais y descalifica el gasto como innecesario y la izquierda lanza de nuevo el viejo slogan de "NO A LA GUERRA". Resulta patético comprobar como ambos adolecen de lo mismo, de un mínimo de inteligencia y sentido de la historia. O nos toman por idiotas. Gracias a Dios el mundo ha cambiado y ya somos legión los que sabemos leer y escribir y tenemos opinión propia. Gracioso es ver a los dictadores y reyezuelos aferrarse a sus tronos lanzando mensajes apocalípticos. Triste es ver a los comunistas defendiendo lo indefendible, hablan de no injerencia quienes mandaron sus tropas y armas a paises de todo el mundo.

    Quién de esos, que tanto alborotan. no cogería un arma si viese a su familia en peligro?. Después de ver las escenas de las matanzas de Gaddafi, me parece desolador que aun haya gente diciendo que no está justificada la ayuda de las Naciones Unidas.

Descacharrante es oir hablar a Rusia, a China e incluso a Cuba de no injerencia.


No es una guerra, repito para los de la fila de atrás ¡ NO ES UNA GUERRA!. Se trata de defender a personas que quieren ser libres, de un asesino psicópata que hasta ahora contaba con demasiados amigos que le permitían hacer lo que le venía en gana.