Adiós Maestro Eduardo


Un poco menos somos

un poco más somos


de tu ausencia beberemos tus palabras

y despertarán del olvido

las páginas que con emoción antaño

nos hicieron soñar ebrios de ilusión

y esperanza

que era posible cambiar las armas por palabras

y la opresión por poesía


Quien defenderá a los niños

del aburrido mundo de tecnología vacua

que se extiende como una sombra ominosa


Quien, ahora que te has ido, nos hablará

cara a cara de lo grande

que es lo pequeño


Quien contará la historia de tantos y nadies

quien abrirá las venas de América

quien habitará las conversaciones que llenaste

de ideas, de historias, de amor , de esperanza


Este luto de Abril me conmueve

para convertir en versos mi tristeza


Un poco menos somos

pero gracias a tus historias

incorporadas a nuestros seres

compañero Eduardo

un poco más somos

Palabras



Y me dueles


con tu sonrisa, proa en medio de mi mar de confusión
rompiendo las olas y la tristeza


Y me sanas


todas estas heridas abiertas de tiempo y soledad
llenando cada minuto de tu presencia


Y me apuras


corriendo hacia tu cuerpo joven sin recordar
el camino que conduce a tu felicidad


Y me colmas


esperándome en esta vuelta del día que no acaba
y nos deja cansados de espera


y te quiero


sabiendo que mis palabras son todo cuanto mantiene
el lazo que ata nuestros destinos

HOMENAJE







Aquel día quemé mis alas de papel
Para yacer herido en la penumbra
Fracaso repetido, inerte voluntad
Nube negra de razones confusas


Aquel día vagué por infiernos ausentes
Presté mi voz y mi sonrisa a la muerte
Para olvidar el camino a mi morada
Y dormir bajo estrellas negras sin esperanza


Y un ángel descendió al infierno para
Jurarme con palabras calladas, que el tiempo
No era de muerte y que aún sin alas


Volvería a volar, que, como Ariadna,
Había un hilo invisible para salir
del turbio laberinto de mi ánimo