Tiempos modernos

Es hora de enmendar prejuicios
Arreglar la cama y abrir ventanas
Es hora de promover sonrisas
a cuantos habéis soportado
mis lamentos
Es curioso como cuesta
deshacerse del sombrío
sabor de la amargura
del desprecio
del olvido
y convocar a un tiempo
esperanza y júbilo
sin temor a ser descubierto
Uno se palpa las cicatrices
busca las antiguas heridas
y comprende que hay un bálsamo
que inunda tu memoria de alegría
para renacer a un futuro
que no tiene inicio

Dormidas canciones
que rebrotan en una primavera
tardía e insurgente
con el dolor del parto
incesante de este tiempo
venidero
que no se que trae 
en sus alas de esperanza
en sus entrañas oscuras
augures de los días que llegarán
forjados en las luchas 
que perdimos
y nos hicieron más fuertes
acunados en las dichas
que borraron las lágrimas
y sellaron las cicatrices
que conforman nuestro pasado

En este júbilo cansado
regocijo las palabras
que me disteis
para sortear la tristeza
que definía mi sombra
que seguía mis pisadas
en este mar infinito de 
sorpresas
a
veces
buenas
En estos versos sorprendidos
reposa la razón que me conmueve




Manos

Manos
abrazan
acarician
Manos
saludan
despiden
Manos
se deslizan por tu espalda
se deslizan por tu pelo
Manos
aprenden tu laberinto
de piel y deseo
Manos
se separan con tristeza
se enfrian en ausencia
Manos
ahora conservo el olor
dulce de tu cuerpo
Manos
ociosas en la distancia
de tu suave tacto

Senderos

Y no te vayas
sabes que no te esperaré
pero
no
te
vayas
No entiendo por qué
sigues buscando
mi indolencia, mis secas
respuestas
Se que no hay opción
y sin embargo no quiero
que te vayas
Será una despedida sin lágrimas
será un adiós en silencio
apagaré las luces del salón
y volveré a la oscuridad
de lo cotidiano
aunque nunca estés
no te vayas
dame tiempo, soy dócil
cuando encuentro hogar
cuando confío

Deja una puerta abierta
un candil llamando
para que entienda
todo este camino
que me ha llevado
hasta tu casa
sabes que haré canciones
y compondré versos
para celebrarte
para que me dejes
al menos
una noche
que derrame la magia
de ese abrazo infinito
que aleja el miedo
que rompe las dudas
que corrigen tu esperanza
Y no te vayas
ahora que estoy llegando