Breve introducción a un manual de autoayuda para dejar de fumar

Deja de fumar
esa es la premisa 
por qué insistes en seguir
quemándote por dentro
no hay bastante infierno
haz que fluya afuera
ese cilindro de hierbas 
solo es humo
solo veneno
solo muerte
Ah! ¿Que Quieres morir?
haber empezado por ahí 
En el fondo no le importa 
a nadie
juegas a ser un escritor frustrado
en tu lucha contra quiméricos
molinos o gigantes
nadie te entiende, verdad?
 
Deja de fumar
no permitas que la muerte
te robe los últimos cigarrillos
no te escondas en volutas
de humo azul
mientras te mientes 
muere de hambre
muere de amor
muere en la calle
borracho de luna alcohólica 
pero no mueras despacio
pendiente de una máquina 
de un médico que firme
tu finiquito en este negocio
que llamas vida

Deja de fumar
dejar de jugar a ser
un poeta maldito 
ya tienes edad para entender
que tan solo eres
un maldito poeta 
que cose flores a sus versos
para ahuyentar el olor a naftalina 
de sus pensamientos caducos
hombre, al cabo
macho sin absolución posible
un patético remedo de trovador
jugando a ser quien ya no sabe
ni lo que quiere 

Deja de fumar 
no son tus amigos
aunque esté siempre dispuestos
aunque los añores cuando faltan
son egoístas y
tan solo esperan que acudas 
y los uses, te envenenan 
con la falsa tranquilidad
de la ilusión mortecina
breve, cada vez más breve
cada vez más inútil 
cada vez más incierta
cada vez más cara
no son tus amigos
son soldados en una misión
que te siguen de derrota
en derrota
animándote para la última
victoria: la suya
 
Deja de fumar
esa es la premisa
pero el silogismo es claro
tan solo si estás seguro
de que eso es lo que quieres
 
 




S/T

Si le das nombre estás perdido
será recuerdo, cobrará vida
cuando menos lo esperes
mira, toca, huele, oye
pero no lo nombres
 
Al cabo lo único cierto
es el dolor
todo cobra sentido entonces
y se amontonan las palabras
para nombrarlo
por eso no debes darle nombre
a nada
es más sencillo así
el dulce olvido
cuando cesa la sensación
tan solo eso, memoria sensitiva
sin nombres, sin ausencias
 
Morirás solo, lo sabes
¿por qué te empeñas, pues
en apilar palabras
en tu memoria?
vano equipaje en el tránsito
hacia nuevos horizontes
larga amarras
busca nuevos puertos
tienes todo el océano
ante ti
no mires atrás
 
No lo nombres
será más fácil
 

Vortex

Acaso creo un vórtice
en el movimiento circular 
de mis dedos
o mi lengua
y todo ese fluido 
se convierte en un torbellino
que atrapa mi deseo
entre tus piernas

Y el eje infinito 
se hace irrotacional
para que no haya un centro
un punto de referencia
y las coordenadas
de este momento
se repartan 
en otros lugares
apoyados en el flujo
que engrasa la dinámica
de mis dedos
o mi lengua

Transito por tu cuerpo
y tú sobre el mío
vagabundos táctiles
sobre la piel encendida
mientras crece el vortex
y se apodera de tu boca
de la mía
y sube la frecuencia 
acelera el ritmo
hasta un paroxismo
de gritos mudos
hasta un largo gemido
que anuncia
el fin del torbellino
la explosión del deseo
el fuego en el agua
 
Acaso mientras te abrazo
no busco más que un asidero
donde entender al cabo
como sobrevivo
al dulce vórtice
donde atrapas mi cuerpo