Es cierto
a menudo llueve
y sabes por experiencia
que las penas flotarán
sobre los charcos que crea
esa lluvia impertinente
Es la misma lluvia, cada tarde
cada día
pero nunca moja igual
tu cara, tu pelo, tus entrañas
Entonces, te paras
y decides voltear el paraguas
para navegar el reguero
que cruza la calle mojada
Y así marinero de sueños
y esperanzas
Por jarcias tus recuerdos
sin amuras en el redondo
espacio que te sostiene
levas el ancla de tus miedos
y te dejas llevar
sin nostalgia, con rumbo incierto
por calles mojadas
y plazas luminosas
hasta que vuelves
al hogar
y recuerdas aquel día que decidiste
ser feliz
Es cierto
a menudo llueve
para lavar la tristeza
y reiniciar la travesía
que te retorne
a Macondo, a Comala
a Itaca, a casa
donde quizá alguien ha estado
esperando tu vano regreso
aunque solo sea la tierra
que forjó tus huesos
a menudo llueve
y sabes por experiencia
que las penas flotarán
sobre los charcos que crea
esa lluvia impertinente
Es la misma lluvia, cada tarde
cada día
pero nunca moja igual
tu cara, tu pelo, tus entrañas
Entonces, te paras
y decides voltear el paraguas
para navegar el reguero
que cruza la calle mojada
Y así marinero de sueños
y esperanzas
Por jarcias tus recuerdos
sin amuras en el redondo
espacio que te sostiene
levas el ancla de tus miedos
y te dejas llevar
sin nostalgia, con rumbo incierto
por calles mojadas
y plazas luminosas
hasta que vuelves
al hogar
y recuerdas aquel día que decidiste
ser feliz
Es cierto
a menudo llueve
para lavar la tristeza
y reiniciar la travesía
que te retorne
a Macondo, a Comala
a Itaca, a casa
donde quizá alguien ha estado
esperando tu vano regreso
aunque solo sea la tierra
que forjó tus huesos
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