Martes

Y las palabras y las risas
se suceden atropelladas
en este desorden calculado

Y tu eres trigo en verano
maduro y radiante
y esperas la cosecha
de manos expertas
que tomen tu fruto
Y yo soy jornalero
mientras preparo mi hoz
y afilo mis manos
para cosechar el oro
de tu fecundo vientre

Y las noches y los días
se funden en deshoras
en esta distancia impuesta

Aliento de porvenires
seremos la nueva sangre
para viejos rituales
en un profano altar
de sábanas y caricias
haremos el sacrificio
a ese viejo dios hambriento
que invocan tus labios
en el gemido sordo
que culmina la comunión
de nuestros cuerpos

Y los besos y las caricias
fundirán el hielo oscuro
en ese instante tan deseado




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