Soneto PFP1

Pausado este verso se adapta
Integrando ya tu nombre en él
Luz en estos días que se afanan
Al albur de un nuevo interés

Recuerdo tu nombre sin saber
Febril, en la sublime esperanza
Empeñada en construir o ser
Razón que algún futuro depara

Risas auguro yo en tu llegada
Es certeza o quizá el temor que
Ronda mis tristes madrugadas

Acabo este soneto de mañana
Soñando que al fin este placer
Ponga en su sitio mi demanda

Palabras para un martes cualquiera

Sabes rubia?
Aun recuerdo las cifras de tu tatuaje
infinito de espalda
que cada madrugada recorria
mientras dormías,
Largo tiempo despierto mientras
morabas en tus sueños,
te miraba intentando entender
que hacías a mi lado,
tu pose de Norma Jean desvanecida,
desamparada, buscándome dormida
para sentir que estaba a tu lado,
para hacerme sentir importante,
Mientras tu melena rubia se desataba
en bucles que enredaban mi deseo

Sabes rubia?
Aun espero el permiso del batracio
que cuida el acceso a tu templo
y añoro aquel tiempo
de sidra y risas
de sexo y secretos,
cuando no importaba nada,
nada más que apurar el trago
comerte la boca
y esperar que durara  un día más.

Sabes rubia?
Es cierto lo que dicen,
el amor es un invento de noches
de borrachera
y estas palabras son como esta lluvia
de otoño
que limpia mi corazón
de las hojas que el verano marchitó
y dejar sitio
para nuevos brotes
que volverán
una madrugada de primavera cualquiera.
Quizá




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Y esta es la última lágrima

Ahora que tu silencio cauterizó la herida
y yace cicactriz en mi piel marchita
Ya que tu ausencia borró la feliz memoria
de mis desvelos noctámbulos
Si no estoy en tu tiempo
no mereces estar en mi esperanza

Si nada cambió, por qué estoy tan triste?

No temas, no te buscaré
Cesaré mis ganas
de invocarte en el deseo inconfesable
de tenerte cerca

No temas no te buscaré,
No volveré a escribir tu nombre
No intentaré soñar tu sonrisa
No estorbaré el destino

No temas no te buscaré
Quédate en tu mundo de sueño
y desdichas, de difuntos y flores
de deseos y malhumores

Ojalá tu vida sea dichosa y no recuerdes jamás los días que nos cobijaron y las noches que nos devoraron

Ojalá la vida te alejé de mi y no vuelvas para romperme
El corazón que ya he curado del dolor de tu recuerdo malhadado

Y esta es la última lágrima
y se lleva los restos del cariño que te tuve
los restos de una historia que nunca entendí
lleva la sal que quema las respuestas
que decidiste que no merecía
lleva el agua que borrará mi recuerdo
del camino que nos separa
lleva la rabia de haberte perdido
para siempre sin haber llegado a ti
lleva al fin, mi fracaso
como hombre, como amigo
pero no temas, estoy acostumbrado
no es más que otro apunte
en mi agenda rota de deberes pospuestos