En voz asediada

En los nombres del silencio viajan
las razones del olvido
aquella tarde oí los truenos
pero no sabía que callarían, por siempre
los pájaros
que caerían las flores de tu regazo
marchitas de daño
y yo me quedaría de nuevo a solas
con mis fantasmas revelados

Voz invocada para parar esta lluvia
Fría de agosto, triste de ausencias 
Que nombra los pétalos desvelados
En una frenética huida reiterada 
Al escondite imperfecto 
A la nocturna razón de estas palabras vacías, vanas
Fonemas inconexos, murmullos
Que ya no tienen esperanza

Asediada tu presencia se resuelve calma
Agotado en mi discurso perezco
En el sutil anhelo de volver a escucharte, de sentirme lleno
De todo el tiempo perdido 
Enterrado en sueños






Noche en la casa

Y si, también me apeteces esta noche
Pero estás lejos de mis sedientas manos
Conmino al lápiz a conseguir tu amparo
Para saciar tamaña hambre de tu labios
Y dibujo pájaros y escudriño flores
en los viejos manuales de amor que poseo
pero ninguna atrapa tu recuerdo
ninguno vuela como tu ansiado deseo

Noche en la casa vacía, noche en vela
varado en puerto ajeno, el faro apagado
me recuerda que ya es hora de despertar
e izar las velas ajadas de sal y tiempo 
para abrazarme a ese piélago intenso
que supone recorrer el sendero adusto
que lleva a tu enorme presencia
infinita en mar, profunda de océano
voluble de olas, pero hogar al fin
de este cansado marinero
que muere un poco cada vez que
recuerda el sabor salado
de tus besos

Así la sal impele mis ganas
mientras impide beber de tus aguas
que de pura luz son veneno amargo
para esta garganta ávida de tus secretos
y brego y bogo en mi naufragio
rezando a los dioses que han huido
mientras sacrifico mi voz en tu desvelo
y ansío el coral de tus breves labios
y la profunda humedad de tu anhelo
para que vuelva hombre al fin
para quemar al fin mis versos
en la hoguera infinita de tu cuerpo



Leviathan

Quizás en mi descargo
Pienso que todo es obra divina
Yo, que no creo
Asumo mi desobediencia
Y entiendo
Que fui prisionero a voluntad
De ese tiempo 
Arrojado como Jonás
En la barriga pálida
De cuatro paredes 
Y una puerta

Habitación - vientre
Soledad - compartida

Supongo la música 
En letras incomprendidas
Mientras esperaba la revelación 

Días incompletos - noches en vela

Y la voz que convoca
Todos tus miedos
Los viejos almacenes
Esperaban mi visita
Cárceles dormidas
Miran como transita 
Mi deseo hacia tu cuerpo
Mientras en un orfanato 
Una niña sospecha tu sonrisa

Fuiste un abismo de ojos
Que engulleron el mío
Y me dejó desamparado
En un piélago incierto
Fuiste un gemido
De sudor y paciencia
Mientras ansiabas 
La cópula imposible
De gana intensa 

Dormí por varios días, es cierto 
En un templo consagrado
Que uncían tus besos
Tus caricias y la paciencia
Infinita de tu cuerpo
Pero he sido vomitado
De este leviathan designado
Y ya solo queda proseguir
La santa misión
Aceptar mi soledad 
Como el último hogar
De estos huesos viejos

Y maldigo el momento
Que acaso pregunté 
Si eras el final
De mis lamentos

Qué haré ahora? 
Perdido en este mar infinito 
Qué buscaré ahora?
Que comprendo que las respueatas
Estaban detrás de tus besos 

No hay tiempo
Todo es ahora y siempre
Y no soy Jonás, Pinocho o Ahab
Tan solo persigo sueños
Mientras me escondo
Mientras sospecho
Que la respuesta estaba
En tu vientre
Y desde ahí entender el sentido
De todo esto 

Ojalá vuelvas
Todo este océano me supera
Entendí que a tu lado 
La oscuridad de este silencio
Se romperá en fragmentos 
Para recomponer la luz
De mi deseo