Un tipo afortunado

En el fondo lo sé
soy un tipo afortunado
aproveché lo que tenía 
a mi alcance
y aprendí a escribir
comprendí, en un mágico "insight"
que tan solo hay dos opciones
escribir o morir
y por no morir
escribo
 
Tránsito de ausencias, la palabra
construye cuando acontece la ruina
te da el suelo firme
que sujeta tu mareo, ese vértigo
que provoca la realidad
la insistente y vacía realidad
que completa tus días 
y aun más, tus noches
 
Y
 
Si resuelves prosa, acabas reflejando tus miedos, tus sueños, tus proyectos y tus pesadillas sobre un papel manchado de rutinas y guiños a quien, tal vez, nunca sabrá que ha sido retratado. Si decides verso, te ves atrapado en tus oníricos recuerdos, en tus sublimes deseos, en ese morboso placer de confundir a quien te escucha, jugando a ser quien no eres más que en las palabras, en el ritmo, en la rima, escondido en una estructura cerrada como un laberinto que oculta el monstruo, o que como decía Borges, le salva de su propia realidad atormentada.
 
Soy, me repito, lo sé, un tipo afortunado
poseo las palabras
y son la red
que recoge las caídas
de mi torpe alma agotada
de buscar la salida
de tanto laberinto  
de esperar a que llegue
una Ariadna que no sé
si espero o desespero


Breve introducción a un manual de autoayuda para dejar de fumar

Deja de fumar
esa es la premisa 
por qué insistes en seguir
quemándote por dentro
no hay bastante infierno
haz que fluya afuera
ese cilindro de hierbas 
solo es humo
solo veneno
solo muerte
Ah! ¿Que Quieres morir?
haber empezado por ahí 
En el fondo no le importa 
a nadie
juegas a ser un escritor frustrado
en tu lucha contra quiméricos
molinos o gigantes
nadie te entiende, verdad?
 
Deja de fumar
no permitas que la muerte
te robe los últimos cigarrillos
no te escondas en volutas
de humo azul
mientras te mientes 
muere de hambre
muere de amor
muere en la calle
borracho de luna alcohólica 
pero no mueras despacio
pendiente de una máquina 
de un médico que firme
tu finiquito en este negocio
que llamas vida

Deja de fumar
dejar de jugar a ser
un poeta maldito 
ya tienes edad para entender
que tan solo eres
un maldito poeta 
que cose flores a sus versos
para ahuyentar el olor a naftalina 
de sus pensamientos caducos
hombre, al cabo
macho sin absolución posible
un patético remedo de trovador
jugando a ser quien ya no sabe
ni lo que quiere 

Deja de fumar 
no son tus amigos
aunque esté siempre dispuestos
aunque los añores cuando faltan
son egoístas y
tan solo esperan que acudas 
y los uses, te envenenan 
con la falsa tranquilidad
de la ilusión mortecina
breve, cada vez más breve
cada vez más inútil 
cada vez más incierta
cada vez más cara
no son tus amigos
son soldados en una misión
que te siguen de derrota
en derrota
animándote para la última
victoria: la suya
 
Deja de fumar
esa es la premisa
pero el silogismo es claro
tan solo si estás seguro
de que eso es lo que quieres
 
 




S/T

Si le das nombre estás perdido
será recuerdo, cobrará vida
cuando menos lo esperes
mira, toca, huele, oye
pero no lo nombres
 
Al cabo lo único cierto
es el dolor
todo cobra sentido entonces
y se amontonan las palabras
para nombrarlo
por eso no debes darle nombre
a nada
es más sencillo así
el dulce olvido
cuando cesa la sensación
tan solo eso, memoria sensitiva
sin nombres, sin ausencias
 
Morirás solo, lo sabes
¿por qué te empeñas, pues
en apilar palabras
en tu memoria?
vano equipaje en el tránsito
hacia nuevos horizontes
larga amarras
busca nuevos puertos
tienes todo el océano
ante ti
no mires atrás
 
No lo nombres
será más fácil