Mi amiga

Mi amiga
Desciendo a las palabras
Para nombrarte, aunque sé que
No podrán completar tu nombre
Cómo definir un sentimiento
Cómo pronunciar un pensamiento
Palabras que limitan el deseo
De saber de ti mientras me llenas
en tu sonrisa
Me destruyes en tu pena
Y me provocas en tu ausencia

Mi amiga
Vamos a fallar, lo sé bien
Tengo experiencia
Y no importa
Construir tras la tormenta
Es una forma de renovar
Los votos que prometimos y romperemos,
es el alma de nuestra relación
herir como adultos
perdonar como niños
sin rencor ni memoria

Mi amiga
En esta plaza vacía que espera
mi voz recitando versos que nunca acabo
la timida luz del sol de invierno
y susurra palabras a este poeta
para crear un puente sin destino
que llegue a tu corazón herido de vida
y te alumbre una sonrisa de esperanza
para renovar promesas
para romper tristezas
para borrar daños
y reconstruir la dicha que
te lleve a un mañana mejor

Órbitas inestables

Ya sabes, 
Es imposible predecir la trayectoria de una órbita inestable,
está en su naturaleza,
más aun cuando son dos.

Elípticas, nuestras vidas se construyen en fracasos y redenciones,
en triunfos al borde de un abismo 
que nos mira impasible y nos convierte en Fénix
inmolados en el propio fuego que hemos provocado
Se alejan, se enfrían, se acercan, se queman.

Ya sabes, 
si fuéramos parecidos
seríamos rectas paralelas infinitas en su agonía
de soledad
pero al ser divergentes o convergentes o, que se yo! 
nuestros caminos se cruzarán y descruzarán
una vez y otra

Sin embargo 
me quedo en este eterno retorno
me complazco en esperar
la primavera después del invierno
Me rindo al caos que susurra tu nombre
en mi recuerdo

Ya sabes,
Seguiremos girando órbitas inestables
y en algún punto de la trayectoria
chocaremos otra vez
para provocar la luz
en este multiverso infinito
de posibilidades




Odisea 2016



Cuando de niño leía a Homero e imaginaba a Ulises atado al mástil oyendo el mágico canto de las sirenas, me fascinaba ese momento y una y otra vez intentaba inventar en mi cabeza la magia de esas voces que arrastraban a los hombres al abismo y la desesperación.

Ahora después de tantos años he comprendido algunas cosas:

Sigo intentando volver a Ítaca , a ese hogar donde fui feliz de algún modo, que el camino es largo y arduas pruebas nos lo hacen más difícil, a veces imposible, que la magia se gasta en cada intento y que, a menudo, a las sirenas les han crecido piernas y su voz se ha transformado en risa y que ya no quedan mástiles si no vigas y, que sí pierdes la esperanza, la cuerda no es una defensa sino la solución.