Helena

Moriré en Troya
Y te arrancaré de los brazos
de tu marido
y descansaré en tus abrazos
de infinita traición

Decidí en una manzana
quién y por qué eras tu
y los dioses
no
    me
          lo
perdonarán
                     nunca
lo sé

Vendrán los navíos negros
llenando el mar de silencio
y en sus banderas vendrá la muerte
para sacudir mi sueño

Troya eres, serás Troya
Eterna en este último beso
mientras fabrico tu risa matutina
mientras compro las lunas
de tu eterna noche enamorada
Y entonces me iré
para que olvides que nunca
has de confiar en mi sonrisa

ultima verba

Esta es la última noche que te escribo
y lo juro, en vano,  sobre una pila de botellas
vacías, como mi corazón
No deseo que el frío que camina mis huellas
alcance la sonrisa que precede tu cara
ni hiele la cálida razón de tus palabras
sin embargo, en el fondo, espero que oigas
el lamento de mis versos, y entiendas
la razón de estas últimas lágrimas

Esta es la última canción que te dedico
sentado sobre mis propósitos baldíos
a punto de encender la pira que consuma
toda la tristeza destilada en un barril
de ausencia premeditada,
de silencio consentido,
de ganas muertas
de tiempo abrasado de olvido

Y ya las calles no repiten tu mirada
pero recuerdo cuando te esperaba
 y el viento de abril te nombraba frágil
para anunciar la llegada de autobuses
y esperanzas cansadas
Y ya Oviedo no te espera en plazas
donde los bares cambiaron las flores
por velas y vacíos
Por desconocidos que caminan
ignorando los versos que construí
para llevarte conmigo

Esta es la última cerveza que te nombra
mientras vomito las razones
que te hicieron la dueña de mis actos
y mis palabras
ahora que el silencio transita mi locura
y me recluye en este exilio definitivo
para que los días renueven proyectos
y pueda  entender que significa
todo este crepúsculo
al que me has acostumbrado
con tu eterna ausencia



Soneto 24

Ojalá tu piel dorada marcase
el horizonte de mi amanecer,
para demorar cada mañana
las razones para levantarme 

Ojalá en tus ojos hallase
la estrella que guia mi destino
para fijar rumbo y ocuparme
tan solo de mantener su brillo

Buscar sentido en este azar
parece casi imposible tarea
para un corazón cansado

Y aun así, trabajo los versos
que iluminen los arreboles
de tus perfectas mejillas