Profecía del hombre muerto

Hace tiempo se me murió el niño
rendido de buscar respuestas
al odio, a la envidia, a tantas cosas
que nunca supo nombrar sin llanto 
 
Hace tiempo se me murió el joven
en algaradas vacías y sonrisas vanas
en las ruinas de tanta fiestas sin rumbo
en nombres de mujeres que no recuerdo
 
Hace tiempo se me murió el hombre
cargado en cadenas de miedo e ira
dormido en rutinas confortables
ahogado en el vómito de su nada
 
Hace tiempo...
 
Y ahora, mientras convivo con ellos
esperando que la parca decida mi suerte
celebro sus exequias y les pido perdón
por haber sobrevivido
por haberme asido a las palabras
para crear un mundo
una virtual residencia donde resisto
las embestidas que pretenden derrotar
la sublime defensa de flores y versos
donde sigo soñando ser niño, joven
donde quiero despertar al hombre
que un día amparó mis pasos inciertos
de trovador errabundo y holgazán
de juglar travieso
de poeta al cabo
de tantos entierros
 
 
 


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