Miras el tiempo pasar

Miras el tiempo pasar, lejos de casa
asombrando a propios y extraños
con tus risas de gráficas carcajadas
Blandiendo tu humor tan sano

Escribo sin parar como buscando
reglas que muestren tu puerta
negada para todo el que en vano
acuda a ella sin creerte cierta

Despacio has ido convirtiendo
Este juego en una loca aventura
Susurros de noches despiertas

Madrugadas de risas descubiertas
He de terminar este trabajo eterno
Fin de los versos, inicio el juego

Nadie

Quizá como Odiseo, deba de empezar diciendo que soy nadie y así evitar que nadie sepa de mí, pero es tarde, se que tienen mis datos, mi perfil, mis secretos, hasta quizá mis fotos. Todo archivado y preparado por si me desmando. Yo estuve en aquella manifestación, yo firmé contra sus políticas, contra sus imposiciones, contra sus mentiras. Estoy en la lista. Alguien que no conozco ha filtrado mis datos buscando si soy peligroso, por suerte no, pero ya estoy marcado y si, al fin un día mi conciencia despierta y me lanzo a la calle, seré un objetivo fácil. Soy nadie y somos todos. Si parecen preocupados sólo es porque ahora tenemos la certeza de que nos tienen marcados, que no hay azar, que, quizá, no hay ni esperanza. Que cuando ya nos despojen de todo y el frio de la mañana nos despierte, seremos implacables. Cuando no hay nada que perder, cualquier botín es suficiente.

Adiós, mi fantasía

Oviedo era una fiesta, lo recuerdo bien
Derramaste la cerveza y tu sonrisa
y yo solo miraba tu boca de miel
sin entender que me habías elegido

Te fuiste ajena al torbellino creado
para que mi gana creciera sin ti
te busqué esa noche sin saber
que la trampa ya estaba tendida

Ahora el frío anega mi corazón maduro
y no entiendo que te alejes sonriendo
mientras me acosa el silencio que impones

Oviedo era una fiesta lo recuerdo bien
pero ya no recuerdo tu cálida sonrisa
y creo que ya te has ido sin remedio