Malén

Malén
Tu nombre pactado y hermoso
Dices no y creces ante mis ojos
Y tu mirada vestida de otoño
Y tu sonrisa ilumina tu rostro

Malén
Tu piel cansada de mentiras
Invita en su brillo a la caricia
En tanto tu voz cantarina
Arrulla mi alma en ruinas

Malén
Esta noche tu breve recuerdo
Cabalga estos  rápidos versos
Para poder conjurar el miedo
De desear volver a tu encuentro

Acróstico

Me enseñaste que el otoño
Apenas es una estación de tránsito
Resolviendo mis ecuaciones pendientes
Íntimas y ajenas para seguir soñando
Alumbraste mi laberinto recurrente

Fijando luciérnagas en las salidas
Luces vivas que se adaptan, cambian
O buscan soluciones contra mis miedos
Rompiste el espejo deformado y así
Encendiste mis palabras, mis versos,
Zozobras que me salvaron de los naufragios

Gracias siempre, por todo este tiempo
Rehaciendo mis alas maltrechas
Alimentando la sonrisa de mi alma
Condenada de inservibles pecados
Ignoro el futuro y sin embargo
Ahí estarás, lo sé, como el viento
Soplando, susurrando, nuevas respuestas

Disculpa

Destruí la esperanza
y no reniego de ello
Hacía daño el sinsentido
mientras buscaba respuestas
que nunca llegarían
pero siento haber invocado
las tormentas
y las lágrimas
en absurdas urgencias inventadas
Es frio el fuego de los puentes quemados
pero eso lo aprendes tarde
cuando el recuerdo se vuelve amable
y la distancia infinita
Quizá ya no sirva apurar este cáliz 
de sincero arrepentimiento
y beberme el orgullo que me somete
como un veneno que acabe mi agonía
Y sin embargo sabes que no temo  
mostrarme como soy si me lo pides
recobrar la memoria de aquellos días
cuando la risa se esocondía
entre tus ojos y mi sombra