Perfiles

No volverás a dormir
mientras la noche discurre
su silencio
no hay nada que puedas hacer
ese frío llega para quedarse
amortiguas, pero no funciona
aferrado a tu miedo
esperas una mano 
que ya no vendrá

Teñida de azul
la sábana protege tu ansía
contra la razón de levantarte
y las paredes convergen
hacia una puerta sellada
envenenada de ausencia
y rabia

La vela inmóvil sospecha
que no amanecerá
estás quieto, estás cierto
pero la inercia consume
el tiempo de su llama
temporal
demasiadas palabras
para no decir nada
que no supiera
 
Ojalá no hubieras sido tu
en este combate
ha perdido la ilusión
de construir un hogar
entre tanta ruina
ya no queda tiempo
solo certezas, solo dolor
de recordar tus labios
mintiendo un te quiero
mientras tu compasión
mataba mi deseo
 


Desavenencia

Vinieron los romanos
todo estaba bien
no hacían falta
pero había oro
y eran codiciosos
A cambio nos dieron 
la civilización
Romana claro
Cambiaron los nombres
y los dioses
no entendieron nada
pero se llevaron el oro
y abrieron las puertas
Pero nadie quiso quedarse
Y pasaron godos y árabes
franceses y carlistas
todos se fueron
ya no había oro 
tan solo quedó la lluvia
 
Vinieron los cristianos
las puertas seguían abiertas
no hacían falta
escondían sus armas
entre cruces y hábitos
construyeron iglesias
robaron la tierra
a cambio de su cielo
engañaron a los hombres
haciendo de su miseria virtud
sometieron a las mujeres
haciendo de su virtud miseria
ellos no se fueron
las garrapatas nunca se separan
de su huésped
 
Vinieron los ingenieros
seguía lloviendo
no hacían falta
pero descubrieron el carbón
y minaron las entrañas
a cambio construyeron casas
para los obreros
y compraron su alma
alquilaron su esperanza 
en economatos de humo
Se llevaron el carbón
y el dinero
a sus polvorientas mansiones
de linajes sonoramente huecos
como el vacío que dejaron
 
No. nunca vinieron los bárbaros
éramos nosotros
estábamos aquí, siempre estuvimos
sobrevivimos a todos 
y a los que vendrán
Con nombres y dioses
guerras y mercancías
verdades y mentiras
Porque somos árboles y montañas
cuevas. mar. cementerios y senderos
somos la tierra, somos el fuego
en el que arderá la ignorancia
de quien no quiera
entendernos
somos 
el aire húmedo de noviembre
y la nieve de enero
el pálido sol de primavera
y el rojo intenso de otoño 





 


S/T

Oigo la noche y supongo una canción
que arde en cristales rotos
explotando en mi cerebro adormecido
entregado de alcohol y penas
 
Supongo la noche y oigo una canción
que abreva como un potro salvaje
en las últimas certezas que me quedan
desde este rumor que ahora habito
 
No llega el sueño, permanece la noche
recito versos como ensalmos y escucho
mi monótona voz como distante sombra
acunando una muerte que no acude
 
Oigo tu silencio y supongo mi desdicha
mientras las luces llenan el vacío insolente
que complace a los huecos seres que llenan
ahora las calles , que invocan la felicidad
que nunca entenderán